04/05/2008

Gusa se ha puesto la nariz de Ingrid Bergman.

Una tal Josette Sheeran de las Naciones Undidas nos ha dado la exclusiva, la famosa villana de origen orienteuropeo (como casi todos los males de nuestra sociedad) Gusa Inanic ha acudido a una prestigiosa clínica, de esas en las que también se hacen cazadoras, a que le hicieran una cara nueva. Allí, aunque todo el personal iba por ahí diciendo que a ésta la cara nueva había que hacérsela como en mi pueblo, con una vara de roble y las botas de seguridad, tod@s la han tratado muy bien, ya que es muy difícil encontrar un trabajo con un convenio tan jugoso y la clienta es la madre del jefe, un tío muy importante que vive en las pantallas de colorines de todos los acuarios de etiqueta obligatoria de las capitales así importantes.

Dice la tal Josette que la cara que le han hecho a la cabrona ésta es nueva, que hay comida en los supermercados pero que la gente no la puede comprar. Y a mí esto que me suena de algo. Para mí que la nariz se la han puesto como la de la actriz de arriba, o incluso alguna más vieja.

Esto de que el crecimiento económico sea bueno para que un@s se dediquen a pasar las vacaciones en la ionosfera con la virgen del barbudo de los discos, a desplazarse en helicóptero a la oficina (lo cual es muy bueno para el tráfico de Londres, que está saturado hasta de bicicletas, pero no de helicópteros de momento), a ir de putos/as en vehículos militares que beben más y más caro que Winston Churchill y cambiarle todos los días el agua a la piscina de agua caliente que se han hecho a tiro de japo del mar Mediterráneo (aunque ell@s pasen la mayor parte del año en una ciudad de ésas que están contaminadas porque l@s peones de obra llevan a sus hij@s al colegio en coche), mientras que es tirando a malo para que l@s que no usan corbata/blusa de seda más que en las bodas y los entierros, o no lo hacen en absoluto, coman todos los días o, por lo menos, uno de cada tres, no diría yo que es algo muy original, por mucho que la amiga de la OhNUUUU diga que sí. Será que a ella de pequeña no le gustaba ir al cine.

De todas maneras, no vamos a discutir sobre si hemos visto una u otra película, que eso lo dejamos para los foros dedicados al tema, y vamos a lo que me da a mí la gana: la verdad es que no sé cómo decir esto sin repetirme, pero ¿qué nos pasa que no miramos con quién hacemos los negocios? De repente, oh, el gran problema, como queremos tirar la comida a la basura, ya sea directamente o convirtiéndola en gasolina para desperdiciarla después, y somos más y más ricos que nunca, el precio sube. Es lógico, porque lo dice mi amigo... ¿Keynes? Por ejemplo. Y para dar de comer a l@s que no les llega tenemos que tirar de limosnas, como si no se levantasen por las mañanas (y no sólo por las mañanas) para currar igual que el barbitas, que le llama mi amiga.

Recapitulemos.

Yo hago coches. He montado una fábrica en la India, porque no los hago yo personalmente, donde la gente trabaja por menos dinero. No es que allí sean tont@s, sino que tampoco les hace falta más. Los coches los vendo a l@s que tienen más, que son coches bien majos. También vendo la gasolina, que es buen negocio. Ésa la hago en Sudamérica (bueno, me la hacen los sudamericanos) de su petróleo, porque para algo me gasto lo que me gasto en polític@s y militares.

Como soy un tío con vista, y no quiero estar a merced de lo bien que vaya el pillaje (y, de todas maneras, parece que la madre Tierra se está secando), me he metido en el negocio de los biocombustibles, para lo que he comprado todo el cereal que he podido. Me ha salido caro, pero para ganar hay que gastar. Resultado: prima de 10 millones de los nuevos euros por aumentar los beneficios de Hidep S.A., libres de impuestos, gracias a mi amigo Bleeeeeeeeer. Mi mujer ya lo ha celebrado regalándole un rólex y un alargamiento de pene a cada uno de sus amantes. La otra mitad me la gastaré cocaína y chaperos, así que ha merecido la pena. Nota: el resto de la junta directiva es igual de perteneciente a Hidep S.A., aunque lo practiquen sin drogas mal reputadas ni reputas, y se dediquen a darle todo lo mejor a su prole (por todo lo mejor nos referimos a todo lo más caro) y sus deseos de año nuevo sean la paz mundial y el fin del hambre en el mundo.

Total, los muertos de hambre, que andaban vaguetes últimamente, se van a tener que poner las pilas y limpiar retretes, pocilgas o sables, o lo que coño sepan hacer esos parásitos sociales, más duro y con menos reparos, porque sus hij@s quieren pan (no tienen gusto por el caviar, las criaturas) y el pan se hace con lo mismo que compro yo para mi destilería de BesP. Ya me lo enseñaron en la Business School for the Sons and Daughters of their Fathers and Mothers, esto de la competencia y de las ganas de currar se va a notar mazo en las cuentas de marzo!

Y señor@s, tengan caridad, que hay negrit@s con hambre!